“La capacitación y evaluación a docentes y directores están atadas y 
tienen que darse todos los años”, sostiene el ministro de Educación.
Patricia Quispe (pquispe@peru21.com)
Este fin de mes cumple seis meses al frente del sector Educación. Jaime 
Saavedra anuncia los próximos pasos de la reforma magisterial, dice que 
se repetirá la experiencia del Colegio Mayor Secundario a nivel nacional
 y anticipa que el Ejecutivo enviará un proyecto de ley al Congreso para
 alentar la inversión privada en infraestructura educativa.
¿Cuál es su balance sobre el paro que convocó el Sutep?
El acatamiento fue bastante bajo: 4% en Lima y Callao y 15% a nivel 
nacional; eso muestra que hay docentes comprometidos con la educación y 
la revalorización de la carrera docente, y que comprenden la importancia
 y utilidad de estar insertos en una carrera meritocrática.
¿No cederá? Ahora anuncian una huelga indefinida.
No, porque, cuando tuvimos el concurso de directores, se presentaron 40 
mil postulantes para 12 mil plazas, y, si bien lo tuvimos que postergar,
 ahora lo estamos rediseñando para asegurarnos de que no habrá ningún 
problema técnico; será a fines de julio de este año. Creo que la gran 
mayoría de profesores está de acuerdo con que tenemos que entrar a esta 
lógica de mejores oportunidades de desarrollo profesional en función a 
sus evaluaciones y desempeño.
¿Se incrementarán los sueldos de los maestros este año?
La reforma magisterial es la mejor ruta que tenemos para incrementar los
 salarios. Los aumentos están previstos en función a los resultados de 
la evaluación para este y el próximo año. A quien no le fue bien en los 
procesos de reubicación no tendrá un aumento.
Los resultados de la evaluación PISA nos colocan en el último lugar en 
matemáticas, ciencias y comprensión lectora. ¿Qué medidas ha dispuesto 
para revertir eso?
No es cuestión de tomar medidas que van a tener impacto mañana. Los 
resultados de estas pruebas simplemente evidencian problemas 
estructurales del sistema educativo peruano. Uno es el resultado de la 
prueba PISA y las evaluaciones censales que nosotros tenemos para chicos
 de primaria, que muestran que solo el 33% logra comprensión lectora 
para su edad y 17% tiene nivel de razonamiento matemático. Si bien se 
observa una mejora respecto a 2012, esta es muy baja. ¿Qué vamos a 
hacer? Un tema que hay que resolver es el de los docentes, y ahí tenemos
 que continuar con las mejoras salariales; el otro es que tenemos que 
avanzar en infraestructura como política nacional porque el déficit es 
muy grande.
El ministerio estaba elaborando un censo en infraestructura educativa. ¿Tienen ya algunos avances al respecto?
Uno de los resultados preliminares que nos da idea de la magnitud del 
reto es que tenemos un déficit del 10% del producto bruto interno. Si 
queremos universalizar la educación inicial, ampliar la jornada para que
 los alumnos estudien a tiempo completo y que el colegio esté disponible
 para tareas extracurriculares, vamos a tener que mejorar nuestra 
infraestructura educativa. Hay 50 mil colegios y 20 mil escuelas 
unidocentes…
¿Qué representa eso en términos prácticos?
Que, si queremos mejorar todo eso, necesitamos invertir un aproximado de
 S/.56 mil millones. El 2013 fue un buen año a nivel de gasto en 
infraestructura escolar: llegó a S/.3,400 millones. Si gastamos lo mismo
 que el año pasado, vamos a demorar 17 años para cubrir ese déficit; 
entonces, tenemos que acelerar el gasto en infraestructura.
Al cabo de esos 17 años estaremos otra vez retrasados…
Hemos hecho el cálculo incorporando la proyección demográfica. Es un 
reto muy grande y debemos tener una política de Estado. Ahora trabajamos
 en buscar otros mecanismos que permitan gastar más rápido; trabajamos 
en cómo diseñar paquetes de inversión en las escuelas que permitan 
atraer al sector privado para que inviertan en la construcción y el 
mantenimiento de escuelas vía alianza pública-privada o vía obra por 
impuestos. En las próximas semanas enviaremos un proyecto de ley al 
Congreso sobre este tema.
Al margen de los sueldos e infraestructura, ¿qué se está haciendo para 
mejorar la calidad de la enseñanza? ¿Habrá cambios curriculares?
Hay cuatro áreas en las que tenemos que trabajar: docentes, 
infraestructura, gestión y aprendizaje, que es clave, y ahí hay un nuevo
 marco curricular que se está trabajando. Se ha avanzado en 
comunicación, matemática, pero se van a incluir áreas nuevas como 
ciudadanía y emprendedurismo. Otras intervenciones que tienen impacto 
importante sobre los aprendizajes son los programas de acompañamiento 
docente, donde el profesor no se sienta solo, sino que tiene un coach y 
trabaja permanentemente con un profesor experimentado.
¿Cuándo podremos contar con un plan general de reforma educativa? Hay la impresión de que solo se toman medidas aisladas.
Si queremos resumir los pilares claves del proceso de reforma educativa,
 diría que hay cuatro áreas: revalorización de la carrera docente, de 
infraestructura, de aprendizaje y de gestión; y ahí me refiero a un 
Ministerio de Educación más ágil, Ugeles más modernas y con más recursos
 para proveer de asistencia técnica y también gestión dentro de la 
escuela. Nos preguntamos por qué Fe y Alegría funciona bien si son 
colegios públicos, sus maestros son públicos, que ganan lo mismo que 
otros maestros. Lamentablemente son pocos, solo sesenta.
¿Qué tiene Fe y Alegría que no tengan otros colegios?
Una mejor gestión y, además, un aparato que viene usualmente de 
congregaciones que manejan estos colegios y que permiten a la escuela 
funcionar como la pequeña empresa que es; esa es la gran diferencia. En 
una escuela pública típica hay un director y un grupo de docentes. ¿Y 
dónde están el psicólogo, el tutor, el coordinador de primaria y el de 
secundaria, el auxiliar del director, el vigilante? Tenemos que irnos 
moviendo, estamos lejos de eso…
¿Cuál es el acompañamiento del presidente en esa tarea?
Hay un apoyo político muy importante para invertir lo más que se pueda 
en educación e interés en avanzar muy rápido. Para mí el tema de 
aprendizaje es igualdad de oportunidades, lo que no implica darles lo 
mismo a todos, sino darle al niño lo que necesita para explotar su 
potencial. Entonces, el niño rural necesita servicio intercultural 
bilingüe –ya hemos producido libros pero no hay profesores–; el niño con
 habilidades especiales requiere un servicio distinto; y el niño con 
talento académico mayor al promedio requiere otro trato. Ahí estamos 
creando un conjunto de colegios de alto rendimiento en la misma lógica 
del Colegio Mayor.
¿Se reproducirá esa experiencia en otras ciudades?
Un colegio está muy bien, pero un colegio es una anécdota. Se va a 
ampliar a seis colegios; discutimos con el presidente si pueden ser más 
en diferentes regiones, no en Lima. Trabajamos con distintos gobiernos 
regionales para tener la infraestructura adecuada. Además, en dos 
semanas firmaremos un convenio con el bachillerato internacional que 
permita traer ese mecanismo al colegio público.
Fuente: Perú 21


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