Federico Salazar:
Un mesiánico Alan García ha invocado a los empresarios a no tener miedo, a invertir más. También los ha conminado a subir los sueldos.
El tono mesiánico es el mismo de 1987. En ese entonces García I convocó a los grupos de empresarios más representativos. Él mismo los llamo "los doce apóstoles".
Los doce apóstoles tenían un mesías. Como los empresarios no invirtieron lo que él quería, este "tuvo" que confiscar todo el sistema bancario.
García II es un poco distinto, pero no tanto. Quiere aparecer como el adalid de la inversión, como el protector de la empresa bajo un nuevo modelo económico.
Lo que no ha cambiado es el papel que quiere jugar: quiere ser el mesías, no importa de qué testamento. Eso es lo que da miedo.¿Qué pasa si los empresarios no invierten? ¿Qué pasa si no suben los sueldos? Y, ¿por qué deben invertir? ¿Porque lo dice García II?....No le hagan caso al Dr. García. Sean prudentes y sabios. La inversión debe estar en manos de gente responsable, no en manos de fanáticos seguidores de un mesías.
Si el Dr. García quiere vender sus bienes inmuebles en el Perú y en el extranjero y traer ese capital al país, bienvenido. No puede, sin embargo, ordenar a los demás a hacer lo mismo.
Los salarios deben subir como resultado de la competencia del capital por la mano de obra. Recién estamos regresando a los niveles de crecimiento de la década del setenta, así es que eso va a demorar.
El gobierno, más bien, debe ser persistente en mantener la disciplina fiscal y monetaria a pesar de que esa recuperación demore. Más bien debe invertir bien el dinero que está obteniendo ahora y que, definitivamente, no es capaz de gastar.
El señor García II debe hacer bien su trabajo. No lo está haciendo. El Estado no está aprovechando su relativa bonanza para crear mecanismos de inclusión.
En lugar de llamar a la imprudencia, el Presidente debe dedicarse a hacer su trabajo. Aunque trabajar no sea tan mesiánico como hablar.
César Lévano:
Suponer que invocaciones a la fe de los grandes empresarios y llamados grandilocuentes al aumento piadoso de salarios pueden mejorar las cosas, sería risible, si no fuera trágico. O, por lo menos, tragicómico. ¿No es Alan García el mismo que decretó un aumento de apenas un sol diario en el salario mínimo? ¿No es él quien, desde lo alto de su púlpito, ataca a la CGTP porque ésta lucha contra los salarios de hambre y los despidos en masa?
Santiago Pedragio:
Al presidente Alan García le molesta que se diga que Ollanta Humala está políticamente vigente y que no se puede descartar que este -u otro político que represente al mismo espacio electoral- pueda ganar los aún lejanos comicios del año 2011. En su intervención en la CADE, el presidente ha pedido a los empresarios allí presentes que tengan coraje -para invertir, se entiende- y que no teman la aparición de un Humala en las próximas elecciones presidenciales.
Sin embargo, al mismo tiempo les recomendó que suban los sueldos a sus trabajadores; de no ser así, vaticinó, el próximo año habrá protestas, huelgas y revitalización de la actividad sindical. El presidente sabe perfectamente que a los empresarios peruanos les molestan tanto o más los dirigentes sindicales y los sindicatos que los lejanos Humala del 2011: "Las cifras dicen que aumenta el empleo (...), pero no suben los salarios. Ahí tenemos un problema. Oiga, ¿qué esperamos para subirlos nosotros? No por decretos supremos, eso ya no se puede hacer". Algo así como "yo me la juego por ustedes, ahora es tiempo de que ustedes se pongan con algo".
Aldo Mariátegui:
Tras escuchar el discurso de García en CADE, uno analiza la forma y el fondo. Impecable en la primera. Aunada a su conocida capacidad de convencimiento, su oratoria se ha perfeccionado mucho en lo formal. Las cadencias en el ritmo, los tonos de voz, los “timings”, el manejo de temarios y estructuras –amén de los oportunos cambios de giros– parecían cibernéticos por lo perfectos. Diez minutos menos y le ponía 20. Es por lejos nuestro mejor orador moderno, ya del vuelo de monstruos como Reagan y Felipe González. Ya creo que superó a maestros en el tema como Piérola (le dabas un balcón y la gente –literalmente– mataba por él), Leguía (muy versátil y moderno; hasta usaba el quechua y la ropas típicas) y FBT (pecaba de lírico, pero en Punta del Este en 1967 y en el cierre de campaña de 1980 estuvo simplemente excelso) y le falta un poco más de lírica, castellano, historia y sentimiento para alcanzar al summun nacional que fue Haya, nuestro De Gaulle local en ese aspecto (aunque Haya, a diferencia del francés y esto es algo que abona a favor de Garcia, no era hipnóticamente televisivo por lo que he indagado).
En el fondo también estuvo muy bien, aunque le falta trabajar, a mi entender, tres temas más en su serie del “Perro del hortelano”: inversión en capital humano....
Comentario
Veamos: Coincido totalmente con Federico Salazar. García tiene que hacer bien su trabajo y no lo está haciendo. El shock de inversiones es un rotundo fracaso. No sólo eso. No sólo fracasó en invertir la segunda mitad del 2006, sino todo este 2007, y va camino a fracasar el 2008. Estamos hablando de casi la mitad del periodo de gestión de García. ¿Qué invocación puede hacer García a otros si no está dando el ejemplo de invertir? Tampoco de subir los salarios de los empleados estatales. No es creíble, y la credibilidad echa para atrás la inversión. Claro, si hay un boom económico, lo racional es aprovechar mientras se pueda y evitar inversiones de largo plazo. Es una bonanza temporal, que en cualquier momento se acaba. Así se perciben las cosas por los empresarios. Por eso no invierten más.
Las inversiones o los aumentos de sueldos no vienen por invocaciones del presidente. Esa es, como he señalado en diversos posts anteriores, la lógica de "les-di-ganancias-no-invirtieron-los-estatizo". El gobierno no puede subir los salarios por decreto. Tampoco los empresarios. El gobierno sólo puede cumplir con su trabajo. Crear las condiciones económicas y concentrarse en la inversión pública, que si lo hiciera bien ya sería mucho.
Los sindicatos en el país son una realidad. Al igual que cualquier otra organización, buscan beneficios para sus miembros. Se trata de negociar y llegar a acuerdos. En todo el mundo es así. Los salarios de competencia, negociados individualmente, son siempre menores a los salarios negociados a través de una instancia intermedia que es un sindicato. Todos queremos comprar más barato, pero si tenemos que pagar más, ni modo. Eso sí, cuando trabajamos todos queremos que nos paguen más y si podemos hacer algo para negociar mejor un salario, como formar un sindicato y negociar en conjunto, lo hacemos. Que nadie se arañe porque las cosas sean así. No se puede vivir en la negación de las realidades. Claro que también es un tema de poder. Si alguien puede suprimir o evitar que se cumplan los derechos laborales, lo va a hacer. No habrá nada que se pueda hacer para persuadir a esa persona de lo contrario, salvo oponerle otro poder, que a la larga no es otro que el poder del estado de derecho.
El comentario punk es el de Aldo Mariátegui. Metido en la lógica de asesor de imagen, se pone a comentar sobre la oratoria de García. Sé que García convence a algunos. A mí no. Es pesado, repetitivo, regañón, palabrero, hueco. Insoportable. No sólo eso: habla y habla y no sólo no dice nada, sino que no hace, no mejora el país. Por el contrario. Destruye instituciones. En el pasado destruyó al Banco Central de Reserva. Lo intervino por todos lados, como a otras instituciones. Hoy, García sigue hablando y hablando, pero no ha añadido todavía nada sustancial a lo que le dejó Toledo: la economía en marcha, el TLC, etc. Por el contrario, ha fracasado en todo que se ha propuesto. No está como para que le festjen sus discursos. Puro bullshit.Reagan y González tenían miga y sobre todo logros que mostrar. García es un calichín comparado con ellos. No tiene permiso para soñar con estar en esa liga. Los discursos valen cuando hay hechos que los respaldan.
Hasta ahí...
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